Todos los animales tienen su voz.
El perro ladra.
Los cachorros responden.
El gato maúlla.
Los gatitos… ¡también!
¿Y la jirafa?
La jirafa no tiene voz.
¡Y la pequeña jirafa, menos!
Pero la jirafa tiene un cuello muy largo…
Tan largo que, con él,
puede acariciar a su jirafita.
¿Cuánto más nos pueden transmitir un gesto, una caricia, una mirada cómplice…? Tal y como nos recuerda Armando Quintero en este álbum; no hace falta la voz para mostrar cariño o decir cosas bonitas como te quiero…
El contacto físico como muestra de afecto es imprescindible para el desarrollo emocional de los pequeños: les da seguridad, favorece su autoestima y mejora la confianza en sí mismos y también en los demás. En este aspecto, inciden tanto el texto de Armando Quintero como las imágenes de Marco Somá.
Información adicional
Autor/a | |
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Ilustrador/a | |
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Año | |
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Encuadernación | |
Páginas | 36 |
ISBN | 9788498714708 |
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